miércoles, 10 de agosto de 2011

Hijos de puta, desde hace mucho.

Hijos de puta, desde hace mucho.

Me gustaría, y tan sólo me gustaría que un día nos pudiéramos dar cuenta que no somos los únicos seres vivos en este mundo.
Me gustaría ver fuera de nosotros el egoísmo, el egocentrismo, la apatía y la inconsiencia. Sabernos únicos pero no sólos, sabiendo nuestro mundo nuestro pero no propio. Habitado por nosotros, tan sólo, no de nuestra propiedad.
Porque llegamos un día, nacemos aquí, destruimos y morimos, y generación tras generación va destruyendolo todo a su paso como si no entendieramos el concepto de Co-existir. NO soy libre, consumo todo lo que hacemos, todo lo que fabricamos, y lo deshecho todo, también. Pero me gustaría vernos libres de tantas ambiciones cuando tenemos el paraíso en frente, me gustaría que viéramos que no somos lo más grande, ni lo único sino que estamos aquí por un tiempo y espacio pequeñísimo en comparación con el universo y no somos nada, y al final parece que somos demasiado. El daño que hacemos al ser tan pequeñitos es enorme, y cómo podemos ser tan pequeñitos y hacer tanto daño y tan grande. Cómo podemos buscar la supervivencia si nos la vivimos creando un mundo antinatural.
Hablamos de evolución
¿es evolución cuando la ciencia avanza y nosotros seguimos alargando la vida por egoísmo propio, en contra del curso natural de las cosas?
No cabemos, no hay recursos, no hay entonces los creamos, los deshechamos y destrozamos los ecosistemas, destrozando todo a nuestro paso, a nuestra propia raza y a todas las demás. A nuestro ambiente, nuestro mudno. Y todo sólo por hacer dinero. ¿papel? Papel que nos sirve para sentirnos superiores, y mejores. Fuertes. Todo porque al final no somos nada y pretendemos serlo todo.

Yo sólo lloro de ver cómo no hay cantidad de humanos suficientes para librar el mar del plástico que ya existe. Sólo lloro de vernos cada día más solos sin amor al otro, con puro interés personal. Unos creen que Dios así lo quiso, otros dicen que pues para qué si de todos modos está.
Pues no estoy de acuerdo, y no estaré de acuerdo nunca en vernos tan alejados de nuestra naturaleza. Ver cómo todo se ha tenido que acomodar a nuestro mundo: las especies marinas comen plástico, las palomas comen comida sintética, los pájaros se paran en cables, los árboles tienen sus raíces en drenajes, las plantas crecen hasta en los segundos pisos, tratando de sobrevivir. No tenemos ni una filtración de agua y agua que cae de la lluvia, gratis la tiramos, agua que no tenemos la cobramos y agua que se podría limpiar la dejamos sucia. AGUA. Agua que es el 70 % de nuestro mundo, de nuestro cuerpo. Agua, tan fácil, y parece tan complicado cuidarla, tratarla, y en vez de eso la vendemos metida en botellas.

Animales que se fabrican para comer, y se matan al ser inservibles, personas que no tienen qué comer y otras que se inyectan el dinero del mundo en heroína porque ya no saben qué hacer con él. Empresarios que no saben ver mas que negocio, y revoltosos que no saben mas que vivir mantenidos y con quejas.

DEJEMOS DE QUEJARNOS, TOMEMOS ACCIÓN.
DEJEMOS DE VIVIR ENCERRADOS EN NUESTRO PROPIO EGOÍSMO, y hagámonos libres en el mundo que nacimos.

¿Qué somos tan pocos a los que nos interesa esto?
A mi, me cuesta trabajo creerlo.

lunes, 9 de mayo de 2011

HOM B R E / M U E RT E
En este punto de mi vida tal vez ya sea capaz de escribir a cerca de la muerte. Tal vez ya sea
capaz de aceptar que hay momentos en los que sí le temo, momentos en los que sí estoy expuesta a ser otra cosa que lo que soy hoy. ¿Vida? Tal vez. Soy vida ahora pero no sé si seré vida después. Tengo una sospecha, sí seguiré siendo vida. No vida como la conozco ahora, no vida como cualquiera de nosotros la puede conocer, sino vida en otras formas. Creo principalmente que esa es una de las razones por las que el humano tiene miedo a morir, no a la muerte sino miedo a lo desconocido .Es posible que sea por eso que tenemos miedo a la oscuridad, por no saber qué hay detrás, qué hay ahí. Me parece que es lo mismo con la muerte, todo es desconocido, todo lo que no está en este mundo y todo lo que no está al alcance de nuestros sentidos. ¡Pero cuánto no está al alcance de nuestros sentidos! si somos tan pequeñitos para un universo y tan grandes para otro. Si somos una parte puede que sea significante, de todo un universo en el que habitamos y se supone que cohabitamos. Se supone que formamos parte de un universo en donde todas las unidades de tiempo y posibilidad se unen para formar dimensiones que ni siquiera nos podemos imaginar. Y así de chiquitos e insignificantes somos, y así de grandes y majestuosos llegamos a ser para controlar el pequeñito mundo en el que habitamos. ¿Muerte? Sí, es el momento en el que dejamos de controlar todo lo que tenemos, todo lo tangible y abstracto de este planeta, todos las sensaciones y sentimientos que experimentamos y nos da miedo. Miedo a la soledad, a enfrentarnos a nosotros mismos tal cual somos. Miedo a no llegar tal vez al destino soñado, imaginado o quizás deseado. Incertidumbre, no podemos estar seguros de nada después de la muerte. Hasta la muerte estamos seguros. Hemos tratado tanto de evitarla como individuos, y hemos causado muerte a enemigos como castigo. ¿Cómo es que algo que no conocemos se vuelve un castigo? Incapaces aún de reconocer la magnitud de nosotros en esta vida, pensamos en la muerte. Incapaces de vivir en el presente tratamos de alargar el futuro. Qué egoísta el alargar el futuro que causa daños al presente. Qué emoción vivir el día a día disfrutando los pensamientos en nuestra mente. Si en un mundo presente estamos y cohabitamos hay que abrir los ojos. Si el impacto que tenemos es tan chiquito y al mismo tiempo tan grande, cuál es entonces nuestra función en este mundo. Si pudiéramos descubrirlo tal vez se perdería el miedo a la muerte. Tan sólo si la incertidumbre fuera una parte emocionante del juego tal vez habría más conciencia. El juego de la vida entusiasmaría más que el competir contra lo inamovible. El juego con nosotros mismos y nuestra trascendencia personal sería más emotivo y mucho más grande que la ansiedad que causa la idea del morir. Es el simple hecho de estar aquí que nos hace grandes. Es el simple hecho de ser parte de un mundo y no ser dueños del mundo lo que nos da satisfacción. Voltear a ver a nuestro al rededor y saber que estamos juntos, que por qué no creer en el otro cuando nos brinda su confianza, de no compartir las ideas si todos somos individuos, de no respetar al de junto si todos vamos hacia la muerte . Si todos vamos a un mismo lugar, qué nos detiene para ser mejores. Si todos compartimos un presente, por qué concentrarnos tanto en una idea tan ambigua como lo es el futuro. Si todos vamos a morir, por qué no valorar nuestro cuerpo, nuestra alma, nuestro mundo. La muerte es la razón y el miedo de las sociedades a actuar sin reflexión. La muerte es hermana de amenaza y qué amenaza si ni la conocemos. La muerte es fuente de envidias y venganza y la muerte es finalmente la meta de esta vida. Qué impotencia entonces no poder saber de la muerte. Qué tranquilidad saber entonces que si estoy vivo lo puedo aprovechar. Qué mejor estar vivo a estar muerto viviente. Qué energía de vida el saber que puedo vivir en el presente.
Pared

Fue entonces cuando la expresión de tu cara se tornó gris, como relámpagos sensuales que pierden su carisma al verse descubiertos en medio de lusces de colores. Nadie las entiende, lo absurdo es un misterio seductor encontradndo paranoias futuras, casi demasiado verbales que se confunen con tus lágrimas sin rumbo, que algún día fueron reales.
Mi descontento se vuelve un híbrido lleno de incertidumbre, comprendido sólo por la sombra de lo abandonado por quien, aunque se rindió, soportó el peso del alma solitaria y logró adquierir fuerza real.
Fue ahí cuando. El aislamiento fue un viento con el que descubrí lo bello de la espera y la agilidad de mis pies tocando la arena caliente, escuchando el preludio de la libertad en fa menor, tan frio como mi piel cuando estás cerca.
¿Cuándo llegará el día en el que te encuentre dormida? ¿Cuando brotarán mis flores y plastificarán mi vida? No la entiendes, es sólo una completa adicción tratando de volverse real.

sábado, 19 de junio de 2010

Vuelvo a ver tu cara
encendida frente a mi cabello oscuro.
Vuelvo a encontrarme con tu espalda,
sin querer toco tus ojos y me comprometo al futuro.

Soy capaz de encontrar un incendio y tu lugar
soy mortal y fugaz la luz que envuelve mi estruendo
soy laurel de tu triste amancer, sin querer no soy
nadie pero sigo en un papel.

Mientras más aquí estás, quién soy yo para perder
fuerte ser y entender que hay más para volar
firmame y encantado es el haber
poder estar, nunca más sin embargo te me vas.

Quién soy yo, frío y sol
incapaz de ser infiel, copia esto a tu herbor
mientras yo te sentiré claro y luz
acoplado a tu cruz, te tengo aquí
vida y miel y no puedes desaparecer.

Filas de color marfil
se entrelazan en mi sed
son cantares de abril
y sin embargo tengo piel.